lunes, 30 de marzo de 2009

... llueve!

Un petit coup au carreau, comme si quelque chose l'avait heurté, suivi d'une ample chute légère comme de grains de sable qu'on eût laissés tomber d'une fenêtre au-dessus, puis la chute s'étendant, se réglant, adoptant un rythme, devenant fluide, sonore, musicale, innombrable, universelle: c'était la pluie.

Marcel Proust
, Du côté de chez Swann.


[Un golpecito en el cristal, como si hubieran tirado algo; luego, un caer ligero y amplio, como de granos de arena lanzados desde una ventana de arriba, y por fin, ese caer que se extiende, toma reglas, adopta un ritmo y se hace fluido, sonoro, musical, incontable, universal: llueve.

Traducción de Pedro Salinas, en En busca del tiempo perdido, 1. Por el camino de Swann. Alianza Editorial, Madrid, 1966]

jueves, 19 de marzo de 2009

Enamorados de Foucault

I'm in love with Foucault, je suis amoureuse de lui…! ¡Quiero relamelerle todas sus palatapalabras!

Sí, sí,
in love with Foucault, como los universitarios carpeteros anarcofilosofalampagueantes, con los libros naranjakales bajo el brazo… como ellos; estoy con las piernas hechas gelatina y el labio temblequeante.

Le haré una exhaustiva bibliografía, manosearé todas sus biografías, coleccionaré todas sus fotografías… ¡ah, el amor, el amor!

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miércoles, 18 de marzo de 2009

La lectora

Tan absorbente era su gusto por la lectura de las novelas de Jane Austen que olvidaba lentamente cualquier otra cosa. Cuando comenzaba a leer Orgullo y prejuicio entraba en una especie de ardor somnoliento: una hipnótica lectura que la dejaba exhausta e inservible para nada más. Durante dos días; si es que tenía que mantener las formas básicas de la rutina diaria: comer con sus padres, vestirse, cruzar el pasillo de vez en cuando para ir al baño - una figura extraviada envuelta en un sueño; en fin, el resto del tiempo no había ninguna otra cosa salvo la historia que contaba la señorita Austen. Los que tienen esta clase de obsesiones comprenden el peligro que entraña satisfacerlas pero no pueden evitar abandonarse a saborearlas con esa somnolienta violencia, la de la vista fija en las líneas de texto, tan dulcemente hipnótica que lo va cansando a uno hasta dejarlo melancólico como en un sueño. Así sucedía cada vez. Pero cuando llega el final, los obsesos lo saben bien a pesar de sus íntimas satisfacciones, cuando la vista ya no tiene líneas de texto a las que agarrarse y la mente se desprende de la tirantez de un poderoso argumento, entonces el obseso tarda todavía un poco en reconocerse de nuevo, en volver a sus otras cosas, esas obligaciones, con uno, con los demás, con quién sabe qué. Camina como en un ensueño un poco más, pero un ensueño que se vuelve melancólico, que le deja un poco exhausto, y tarda en reconocer lo que hay a su alrededor como si tuviese las pestañas espesas de legañas.

sábado, 7 de marzo de 2009

Palabras


Lo que te dan los demás son palabras, que te ensanchan el mundo de repente, y eso les puedo agradecer; son como puntos de agarre esas palabras, para ellos y ahora para ti, que les encuentras la profundidad y el sentido; son como pozos, sí, sí, o como estrellas, son como desiertos enormes que tienes que llenar, o son como rincones en los que acurrucarte y sentirte a gusto.

Cómo son las palabras. Las tenemos siempre cerca, hidropésicas y pesadas en la mente, ligeras y volátiles en la punta de la lengua. Las vamos despreciando y desechando; restregadas unas contra otras, estropajoteadas, se gastan y se redondean: y llegan los demás, y las dicen de nuevo, sus palabras preferidas, y las llevas como un regalo, relucientes. Eso te han dado sin saberlo.

viernes, 6 de marzo de 2009

El país sin huellas de Samuel Beckett


bon bon il est un pays
où l’oubli où pèse l’oubli
doucement sur les mondes innommés
là la tête on la tait la tête est muette
et on sait non on ne sait rien
le chant des bouches mortes meurt
sur la grève il a fait le voyage
il n’y a rien à pleurer

ma solitude je la connais allez je la connais mal
j’ai le temps c’est ce que je me dis j’ai le temps
mais quel temps os affamé le temps du chien
du ciel pâlissant sans cesse mon grain de ciel
du rayon qui grimpe ocellé tremblant
des microns des années ténèbres

vous voulez que j’aille d’A à B je ne peux pas
je ne peux pas sortir je suis dans un pays sans traces
oui oui c’est une belle chose que vous avez là une bien belle chose
qu’est-ce que c’est ne me posez plus de questions
spirale poussière d’instants qu’est-ce que c’est le même
le calme l’amour la haine le calme le calme


[bien bien hay un país
donde el olvido donde pesa el olvido
dulcemente sobre mundos sin nombre
allí a la cabeza se le hace callar la cabeza es muda
y se sabe no nada se sabe
muere el canto de las bocas muertas
sobre la arena de la playa hizo el viaje
no hay nada que llorar

mi soledad la conozco vamos la conozco mal
tengo tiempo eso es lo que me digo tengo tiempo
pero qué tiempo hueso hambriento el tiempo de un perro
del cielo que palidece sin cesar mi grano de cielo
del rayo que trepa ocelado temblando
sobre micras de tinieblas de años

queréis que vaya de A a B yo no puedo
no puedo salir estoy en un país sin huellas
sí sí es algo hermoso lo que tenéis ahí es algo hermoso
qué es no me hagáis más preguntas
espiral polvo de instantes qué es lo mismo
la calma el amor el odio la calma la calma

Traducción de Jenaro Talens, en Samuel Beckett, Obra poética completa, Hiperión, Madrid, 2000]