viernes, 17 de septiembre de 2010

Libertine


Libertine, Mylène Farmer (1986)

martes, 7 de septiembre de 2010

Estás hecho de palabra, para aquellos del mañana...

The Discovery of Antinoos, fotografía en exhibición permanente en el Museo Arqueológico de Delfos

El poeta inmortaliza a su amado

Alas a ti yo te he dado; con ellas el mar infinito

y toda la tierra en un vuelo podrás recorrer
sin fatigas. En todo banquete y festejo presente
te hallarás, albergado en las bocas de muchos.
Y al son de las flautas de tonos agudos los jóvenes
en rondas de amor, con bellas y suaves tonadas
te citarán. Y cuando a las cavernas de la oscura tierra
desciendas, a las lamentables mansiones del Hades,
ni siquiera entonces, muriendo, te ha de faltar tu gloria,
sino que conservarás entre la gente tu nombre inmortal,
Cirno, y vas a viajar por la tierra de Grecia y las islas,
y a cruzar la incansable alta mar habitada por peces,
sin montarte a lomos de caballos, pues van a llevarte
los espléndidos dones de las Musas de trenzas violeta.
Y para todos aquellos, incluso del mañana, que aprecien el canto,
tú vivirás por igual, en tanto existan la tierra y el sol.
Y, sin embargo, de ti yo no recibo ni un poco de aprecio,
sino que, como a un niño pequeño, me engañas con cuentos.

Teognis de Mégara

[Traducción de Carlos García Gual, en Antología de la literatura griega, Alianza Editorial, Madrid, 1995]

lunes, 6 de septiembre de 2010

Pasividad

El mar desde la playa de Meirás, el domingo

See, the sea wants to take me,
The knife wants to cut me,
Do you think you can help me?

I Know It's Over, The Smiths

[Ves, el mar quiere llevarme,
el cuchillo quiere cortarme,
¿crees que puedes ayudarme?]

Los piececillos de Ana en el agua, el domingo

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Notas sobre Lorca II (o Cuidado con lo que deseas)


Cuando leo a Lorca, el erotismo que impregna todo lo que escribe me embriaga. Imposible no sentirlo, como una fuerza que está más allá de todo aquello que pone los límites: la razón a nuestra cabeza, la sociedad a nuestro comportamiento. Como corriente subterránea, ahí está: en las canciones de las muchachas que lavan, liviano y juguetón pero al mismo tiempo ominoso, como una presencia de la que "beware-beware"; en los consejos de las viejas, solicitados o simplemente ofrecidos entre dientes, inmiscuyéndose, juzgando -pero ellas saben para lo bueno y para lo malo; ahí, por fin, en los actores del drama, presencia intensa pero casi ignorada con negligencia. Nadie dice nunca "me consumo de deseo" -ese grado de autoconciencia: no hace falta. Lo sabemos, apretándonos la garganta -cuánto me gusta decir: "con la garganta estrangulada" -hasta que se desencadena -el deseo, la tragedia, ambos.