martes, 1 de junio de 2010

El voyeur

why is this man sitting here? / 4.91, fotografía de roujo
(Algunos derechos reservados, bajo licencia Creative Commons 2.0)

Y tiene la expresión de un pervertido, de un hombre que ha visto mucho porno, como todos los hombres, arañando imágenes con los ojos; los ojos rojos y las manos largas, las manos largas y la curiosidad intacta, exacerbada. ¿No se cansó, no se cansó todavía?

No se cansó; desde la butaca, envuelto en el humo azulado de su cigarrillo, espectador o voyeur, temblándole la polla en la bragueta y el labio en el cigarro. Un verdadero connaisseur y, sin embargo, los esquemas aprendidos a fuerza de repetición no le bastan para saborear la experiencia. La experiencia se basta a sí sola: es una historia, se sucede, imprevisible, le desarma. Le deja sin nada a lo que agarrarse. El porno le pasa velozmente por la cabeza, fragmentario y dividido, carne contra carne, un pasatiempo de cromos que se repiten.

2 comentarios:

RSP dijo...

¿Y tú qué papel tienes en este texto? ¿Formas parte de él?

Ana dijo...

Claro que sí, Rafael: yo soy la Omnisciente, la voyeuse del voyeur y de su voyeurística situación.

:-)